El pesh-kabz
Puñal parecido al trapasacotas europeo, el pesh-kabz fue construido en Persia, donde tuvo su máxima difusión, pero llego incluso hasta Turquía y la India septentrional.
La vaina tiene guarniciones en plata o latón y esta formada solidamente con tela, aunque también hay vainas de metal. El Kanjar
Otro puñal muy extendido en gran parte del mundo musulmán es el kanjar. Con este termino se designan diferentes tipos de puñales, dotados de hojas y empuñaduras de diversas formas, pero las piezas mas valiosas, por su calidad y acabado, son las persas y las indias. En general, los kamjars, oriundos de estos países, están hechos con ACRO damasquinado, tienen hoja de doble filo, con un ligero giro en forma de S y a menudo, presentan molduras y nerviaciones. El mango es plano y esta insertado a una empuñadura, que termina en un pomo que, al estar doblado casi 90º hacia uno de los filos, parece una culata de pistola. A menudo, el mango esta hecho con materiales preciosos (piedras duras, marfil) o embellecido con ornamentaciones en oro y gemas. La vaina, de cuero o de tela, tiene la boca de entrada y la contera acabadas con elementos metálicos repujados o de filigrana.
El Katar
La India tiene un puñal de una forma muy peculiar: el katar. Esta formado por una larga hoja de longitud variable, generalmente de casi 25 o 30 cm, en forma de largo triangulo isósceles, con nerviaciones y molduras y dos filos. Por las características morfológicas que describimos a continuación, el katar se manifiesta como un puñal adaptado a herir, casi exclusivamente, de punta y por líneas internas, es decir, siguiendo imaginarias líneas rectas entre los dos adversarios. El arma, típicamente hindú, a menudo esta provista de hojas de fabricación europea; asimismo, se debe recordad que existen Katar con hojas de diversas formas (flamígeras, múltiples, fijas y que se pueden abrir como un compás) y de longitudes varias. El plano de la hoja esta decorado con apreciables trabajos de ataujía; es por ello que la empuñadura hace único a este puñal. Esta está formada por una barra metálica transversal (en función de arrial) que sobresale apenas fuera de la ságoma de la hoja y de dos barras paralelas que, partiendo de la extremidad del arrial prosiguen por una longitud igual a casi la mitad del antebrazo. Estas dos barras están unidas entre si por otras dos (a veces una) colocadas a poca distancia del puño para formar el asidero. Con dicha empuñadura, la hoja se halla en posición coaxial a los huesos radio y cubito, sin que la persona que la empuñe tenga que torcer la muñeca, mientras que las dos barras paralelas protegen al antebrazo de los golpes de tajo. Sin embargo, las desventajas son notables: se pierde, casi por completo, la posibilidad de emplear la muñeca para variar la inclinación de los golpes; las técnicas de tajo son menos rápidas y se pueden prever mas, por lo que es preciso cargarlas con todo el brazo; en combate son imposibles el cambio de mano y la inversión de la hoja.
En el mundo árabe, el puñal asume connotaciones rituales y simbólicas ya que está presente en las ceremonias religiosas más importantes: circuncisión y matrimonio; es atributo del hombre libre y, como tal, potencialmente guerrero. Símbolo del status, el arma se construye poniendo el máximo cuidado en la elección de los materiales y la ornamentación, tanto de la empuñadura como de la vaina.
El tipo de puñal más común está representado por el asib, extendido por todo el mundo islámico y adoptado también por las poblaciones musulmanas de la India, de Persia o de Turquía. Dada la extensa área de difusión del asib, las particularidades de su guarnición sufrieron variaciones bastante profundas, que están ligadas estrechamente a las culturas y a los gustos ornamentales de las distintas regiones en que se fabrica. El trabajo de las hojas cambia, damasquinadas y taraceadas, por ejemplo, en los asib turcos, pero también los materiales de la empuñadura, jade y marfil, a menudo enriquecido con piedras semipreciosas engastadas, sustituyen el asta tradicional en los ejemplares más ricos. El puño Terminal es también objeto de variaciones: generalmente en forma de abanico, aunque ocasionalmente puede ser cincelado en forma zoomorfa. El arma se caracteriza por una ancha hoja de doble filo, con un fuerte canto central en forma de triángulo isósceles; la punta de la hoja es ligeramente curva, sin talón o con mango transversal. El acero de que está hecha es de calidad muy variada, pero siempre bien forjado y pulido. Las empuñaduras de esta clase de armas están fabricadas preferentemente en asta (las más valiosas son de asta de rinoceronte o de jirafa). Su forma recuerda a la de un roquete; presentan un puño ampliamente abierto en forma de pavo real; la parte en que se inserta la hoja tiene forma tronco-cónica, aplastada y ligeramente salida, para continuar el perfil de la vaina cuando el arma esta envainada. Las vainas de estos puñales son mas largas que las hojas destinadas a ellas; muy curvados hacia la punta, pueden asumir, como es el caso de algunos ejemplares, un giro en forma de U.
Su ornamentación es tan cuidada como la de los puñales y esta hecha con diversos materiales: metales preciosos (oro, plata), cueros trabajados o forrados en seda. En este ultimo caso, la vaina se completa con una tapa y una contera, ricamente labrada en filigrana o repujado. Con frecuencia, el extremo termina con un elemento en forma de pomo.
0 comentarios:
Publicar un comentario