Constaba de una cabeza metálica rellena con 212 gramos de TNT, atornillada a un mango de madera vaciado, lo que motivo que se la bautizara con el sobrenombre de maza de almirez o batidor de patatas. Con una longitud de 40cm y pesando solo 623 gramos, se transportaba bien en el cinturón de un soldado de infantería o en la parte superior de la bota. El mecanismo de fuego era simple pero eficaz; se desatornillaba una capsula del mango permitiendo que un cordón saliera al exterior. La granada se colocaba en la mano lanzadora y la cuerda se sostenía con la otra. Cuando el lanzador echaba su brazo para atrás, tiraba de la cuerda que encendía una espoleta de seguridad de cuatro segundos y medio. Se lanzaba entonces la granada con el brazo por encima de la cabeza a una distancia media de 30m. Colgada boca abajo por la cuerda tirafrictor de un objeto adecuado, el arma podía utilizarse como una trampa explosiva muy eficaz. El Untersturmführer (alférez) Herbert Walter formaba parte de las juventudes hitlerianas a los once años y al cumplir los dieciocho ingresó como voluntario en las Waffen SS. Estuvo con Panzermeyer en Caen, donde obtuvo la Cruz de Hierro de primera clase. Mientras se cerraba el cerco en torno a Falaise, Walter hizo su ultimo intento para escapar, pero: “mi conductor ardía como una tea. Una bala me había atravesado el brazo. Llegue a las vías del ferrocarril y eche a correr. Mas abajo, desde un terraplén comenzaron a tirotearme. Una bala me alcanzo en la pierna. Recorrí 100m y después fue como si me hubieran dado un martillazo en la nuca: me había entrado por debajo de la oreja y había salido por la mejilla. La sangre me ahogaba. Vi a dos americanos que me miraban y a dos soldados franceses que hablaban de rematarme”. Sin embargo, un estadounidense le vendo la pierna y lo evacuo tumbado en el capó de un jeep. Mas tarde de su cuerpo se extrajeron 13 balas. Walter sobrevivió a la guerra. La 90ª División Ligera fue una de las primeras unidades al mando de Rommel en la guerra del desierto. Organizadas al principio a partir de unidades en África en agosto de 1941 como la División de Proyectos Especiales (Afrika), se le rebautizo el 28 de noviembre del mismo año. Su núcleo eran 3 regimientos de infantería motorizados: el 155º, 200º, 316º y el regimiento de Granaderos Panzer Afrika. Se añadieron otras fuerzas al escuadrón, incluyendo destacamentos contracarros y de artillería, según dictaban las necesidades. Aunque la 90ª División Ligera no tenía el empuje de una división blindada, estaba bien equipada y era altamente móvil e ideal para la filosofía de guerra de Rommel. El “zorro del desierto” rechazo la estrategia de combatir en la estrecha franja costera del norte de África, prefiriendo los vastos y amplios movimientos a través del “impracticable” desierto interior. Este vulnerable flanco estaba débilmente defendido por los británicos y era susceptible de un repentino ataque llevado a cabo por una gran fuerza. La movilidad de la 90ª División Ligera fue utilizada al máximo por Rommel durante las batallas de Gazala. Se les ordeno a sus regimientos motorizados propinar un golpe por el flanco izquierdo británico. Era una operación cargada de peligro, pues los británicos conocían esta maniobra tan propicia, y las profundas entradas tras las líneas enemigas siempre suponían una pesada carga para el apoyo logístico del África Korps. La habilidad de Rommel para encajar y hacer fracasar las ofensivas británicas en el norte de África, debían mucho a la calidad y cantidad de la información suministrada por las unidades de reconocimiento del África Korps. Cada división tenía su propia fuerza para realizar estas operaciones y, ya que debían de patrullar el desierto durante largos periodos, tenían que ser grupos armados y con provisiones propias. No estaban obligados a entrar directamente en combate con el enemigo: su papel era simplemente descubrir sus posiciones e informar de los movimientos inusuales. En los primeros meses de la guerra del desierto, los Panzer II eran lanzados a 13k (el máximo alcance de sus radiorreceptores) como avance del cuerpo principal. Los vehículos blindados, con mayor velocidad y mejor funcionamiento campo a través, sustituyeron después, bajo ciertas condiciones, a los envejecidos carros de combate y cumplían la misma función con mas efectividad. La artillería ligera, los cañones contracarro y las tropas, transportadas en vehículos y camiones, trabajaban conjuntamente con sus hermanos blindados. Informar sobre el descubrimiento de británicos, sin embargo, era solo una pequeña parte del esfuerzo de la unidad, y los destacamentos especiales de interpretes, bien instruidos en las señales de las unidades individuales británicas; escuchaban las comunicaciones que mantenían los jefes y sus suboficiales. Parte de la información recopilada por la unidad de reconocimiento iba a ser de poco valor militar, pero la energía empleada en descifrar los mensajes nunca fue un esfuerzo inútil. El descubrimiento de un poco de información vital podía significar la diferencia entre la victoria o la derrota, y Rommel indudablemente sabia que no podía ignorar estas revelaciones.
sábado, 21 de febrero de 2009
Pequeñas historias del Reich
A principios de noviembre de 1942, el alto mando alemán previendo un posible desborde del Afrika Korps, emitió la señal Krimhilda, y la 334ª Division, estacionada en Europa, empezó a hacer preparativos para su viaje al norte de África. La División constaba de tres unidades de infantería motorizada; los 754º y755º Regimientos de granaderos y el Gebirsjäger (fusileros de montaña). El 756º Regimiento era la parte menos usual de la División y fue el único Regimiento de montaña que actuó en la guerra del desierto. Al completo de efectivos estaba compuesto de tres batallones, cada uno subdividido en cinco compañías y, para cumplir con su papel de tropas de choque y acudir a cualquier parte, todas las unidades tenían una alta proporción de equipo ligero de fácil manejo. Las armas personales, sin embargo, eran prácticamente las mismas que las que entregaban a las tropas regulares. Las unidades de montaña iban vestidas con el uniforme reglamentario de la Wehrmacht, pero su gorra fue cambiada por una de diferente forma que llevaba un escudo distintivo Edelweiss. Los pantalones y las botas fueron reemplazados por pantalones bombachos ajustados al tobillo, vendas elásticas y fuertes botas de montaña. En terreno duro, los regimientos Gebirsjäger podían operar con eficacia; su estructura flexible e instrucción de primera clase, que incluía el uso de esquís y paracaídas así como la destreza en la escalada los hizo formidables adversarios. En terreno abierto, sin embargo, su falta de potencia de fuego pesado a menudo los situaba en desventaja cuando se enfrentaban a un enemigo con armamento convencional. Las granadas de mano fueron una de las armas más mortíferas en combate próximo utilizadas en la II Guerra Mundial. Baratas de producción, se utilizaron en todos los teatros de operaciones y los hombres de la 334ª División hicieron mucho uso de ellas en su defensa de la colina Longstop. La utilizada con más profusión fue la Stielhandgranate 39, que era un arma sencilla y dura.
Constaba de una cabeza metálica rellena con 212 gramos de TNT, atornillada a un mango de madera vaciado, lo que motivo que se la bautizara con el sobrenombre de maza de almirez o batidor de patatas. Con una longitud de 40cm y pesando solo 623 gramos, se transportaba bien en el cinturón de un soldado de infantería o en la parte superior de la bota. El mecanismo de fuego era simple pero eficaz; se desatornillaba una capsula del mango permitiendo que un cordón saliera al exterior. La granada se colocaba en la mano lanzadora y la cuerda se sostenía con la otra. Cuando el lanzador echaba su brazo para atrás, tiraba de la cuerda que encendía una espoleta de seguridad de cuatro segundos y medio. Se lanzaba entonces la granada con el brazo por encima de la cabeza a una distancia media de 30m. Colgada boca abajo por la cuerda tirafrictor de un objeto adecuado, el arma podía utilizarse como una trampa explosiva muy eficaz. El Untersturmführer (alférez) Herbert Walter formaba parte de las juventudes hitlerianas a los once años y al cumplir los dieciocho ingresó como voluntario en las Waffen SS. Estuvo con Panzermeyer en Caen, donde obtuvo la Cruz de Hierro de primera clase. Mientras se cerraba el cerco en torno a Falaise, Walter hizo su ultimo intento para escapar, pero: “mi conductor ardía como una tea. Una bala me había atravesado el brazo. Llegue a las vías del ferrocarril y eche a correr. Mas abajo, desde un terraplén comenzaron a tirotearme. Una bala me alcanzo en la pierna. Recorrí 100m y después fue como si me hubieran dado un martillazo en la nuca: me había entrado por debajo de la oreja y había salido por la mejilla. La sangre me ahogaba. Vi a dos americanos que me miraban y a dos soldados franceses que hablaban de rematarme”. Sin embargo, un estadounidense le vendo la pierna y lo evacuo tumbado en el capó de un jeep. Mas tarde de su cuerpo se extrajeron 13 balas. Walter sobrevivió a la guerra. La 90ª División Ligera fue una de las primeras unidades al mando de Rommel en la guerra del desierto. Organizadas al principio a partir de unidades en África en agosto de 1941 como la División de Proyectos Especiales (Afrika), se le rebautizo el 28 de noviembre del mismo año. Su núcleo eran 3 regimientos de infantería motorizados: el 155º, 200º, 316º y el regimiento de Granaderos Panzer Afrika. Se añadieron otras fuerzas al escuadrón, incluyendo destacamentos contracarros y de artillería, según dictaban las necesidades. Aunque la 90ª División Ligera no tenía el empuje de una división blindada, estaba bien equipada y era altamente móvil e ideal para la filosofía de guerra de Rommel. El “zorro del desierto” rechazo la estrategia de combatir en la estrecha franja costera del norte de África, prefiriendo los vastos y amplios movimientos a través del “impracticable” desierto interior. Este vulnerable flanco estaba débilmente defendido por los británicos y era susceptible de un repentino ataque llevado a cabo por una gran fuerza. La movilidad de la 90ª División Ligera fue utilizada al máximo por Rommel durante las batallas de Gazala. Se les ordeno a sus regimientos motorizados propinar un golpe por el flanco izquierdo británico. Era una operación cargada de peligro, pues los británicos conocían esta maniobra tan propicia, y las profundas entradas tras las líneas enemigas siempre suponían una pesada carga para el apoyo logístico del África Korps. La habilidad de Rommel para encajar y hacer fracasar las ofensivas británicas en el norte de África, debían mucho a la calidad y cantidad de la información suministrada por las unidades de reconocimiento del África Korps. Cada división tenía su propia fuerza para realizar estas operaciones y, ya que debían de patrullar el desierto durante largos periodos, tenían que ser grupos armados y con provisiones propias. No estaban obligados a entrar directamente en combate con el enemigo: su papel era simplemente descubrir sus posiciones e informar de los movimientos inusuales. En los primeros meses de la guerra del desierto, los Panzer II eran lanzados a 13k (el máximo alcance de sus radiorreceptores) como avance del cuerpo principal. Los vehículos blindados, con mayor velocidad y mejor funcionamiento campo a través, sustituyeron después, bajo ciertas condiciones, a los envejecidos carros de combate y cumplían la misma función con mas efectividad. La artillería ligera, los cañones contracarro y las tropas, transportadas en vehículos y camiones, trabajaban conjuntamente con sus hermanos blindados. Informar sobre el descubrimiento de británicos, sin embargo, era solo una pequeña parte del esfuerzo de la unidad, y los destacamentos especiales de interpretes, bien instruidos en las señales de las unidades individuales británicas; escuchaban las comunicaciones que mantenían los jefes y sus suboficiales. Parte de la información recopilada por la unidad de reconocimiento iba a ser de poco valor militar, pero la energía empleada en descifrar los mensajes nunca fue un esfuerzo inútil. El descubrimiento de un poco de información vital podía significar la diferencia entre la victoria o la derrota, y Rommel indudablemente sabia que no podía ignorar estas revelaciones.
Constaba de una cabeza metálica rellena con 212 gramos de TNT, atornillada a un mango de madera vaciado, lo que motivo que se la bautizara con el sobrenombre de maza de almirez o batidor de patatas. Con una longitud de 40cm y pesando solo 623 gramos, se transportaba bien en el cinturón de un soldado de infantería o en la parte superior de la bota. El mecanismo de fuego era simple pero eficaz; se desatornillaba una capsula del mango permitiendo que un cordón saliera al exterior. La granada se colocaba en la mano lanzadora y la cuerda se sostenía con la otra. Cuando el lanzador echaba su brazo para atrás, tiraba de la cuerda que encendía una espoleta de seguridad de cuatro segundos y medio. Se lanzaba entonces la granada con el brazo por encima de la cabeza a una distancia media de 30m. Colgada boca abajo por la cuerda tirafrictor de un objeto adecuado, el arma podía utilizarse como una trampa explosiva muy eficaz. El Untersturmführer (alférez) Herbert Walter formaba parte de las juventudes hitlerianas a los once años y al cumplir los dieciocho ingresó como voluntario en las Waffen SS. Estuvo con Panzermeyer en Caen, donde obtuvo la Cruz de Hierro de primera clase. Mientras se cerraba el cerco en torno a Falaise, Walter hizo su ultimo intento para escapar, pero: “mi conductor ardía como una tea. Una bala me había atravesado el brazo. Llegue a las vías del ferrocarril y eche a correr. Mas abajo, desde un terraplén comenzaron a tirotearme. Una bala me alcanzo en la pierna. Recorrí 100m y después fue como si me hubieran dado un martillazo en la nuca: me había entrado por debajo de la oreja y había salido por la mejilla. La sangre me ahogaba. Vi a dos americanos que me miraban y a dos soldados franceses que hablaban de rematarme”. Sin embargo, un estadounidense le vendo la pierna y lo evacuo tumbado en el capó de un jeep. Mas tarde de su cuerpo se extrajeron 13 balas. Walter sobrevivió a la guerra. La 90ª División Ligera fue una de las primeras unidades al mando de Rommel en la guerra del desierto. Organizadas al principio a partir de unidades en África en agosto de 1941 como la División de Proyectos Especiales (Afrika), se le rebautizo el 28 de noviembre del mismo año. Su núcleo eran 3 regimientos de infantería motorizados: el 155º, 200º, 316º y el regimiento de Granaderos Panzer Afrika. Se añadieron otras fuerzas al escuadrón, incluyendo destacamentos contracarros y de artillería, según dictaban las necesidades. Aunque la 90ª División Ligera no tenía el empuje de una división blindada, estaba bien equipada y era altamente móvil e ideal para la filosofía de guerra de Rommel. El “zorro del desierto” rechazo la estrategia de combatir en la estrecha franja costera del norte de África, prefiriendo los vastos y amplios movimientos a través del “impracticable” desierto interior. Este vulnerable flanco estaba débilmente defendido por los británicos y era susceptible de un repentino ataque llevado a cabo por una gran fuerza. La movilidad de la 90ª División Ligera fue utilizada al máximo por Rommel durante las batallas de Gazala. Se les ordeno a sus regimientos motorizados propinar un golpe por el flanco izquierdo británico. Era una operación cargada de peligro, pues los británicos conocían esta maniobra tan propicia, y las profundas entradas tras las líneas enemigas siempre suponían una pesada carga para el apoyo logístico del África Korps. La habilidad de Rommel para encajar y hacer fracasar las ofensivas británicas en el norte de África, debían mucho a la calidad y cantidad de la información suministrada por las unidades de reconocimiento del África Korps. Cada división tenía su propia fuerza para realizar estas operaciones y, ya que debían de patrullar el desierto durante largos periodos, tenían que ser grupos armados y con provisiones propias. No estaban obligados a entrar directamente en combate con el enemigo: su papel era simplemente descubrir sus posiciones e informar de los movimientos inusuales. En los primeros meses de la guerra del desierto, los Panzer II eran lanzados a 13k (el máximo alcance de sus radiorreceptores) como avance del cuerpo principal. Los vehículos blindados, con mayor velocidad y mejor funcionamiento campo a través, sustituyeron después, bajo ciertas condiciones, a los envejecidos carros de combate y cumplían la misma función con mas efectividad. La artillería ligera, los cañones contracarro y las tropas, transportadas en vehículos y camiones, trabajaban conjuntamente con sus hermanos blindados. Informar sobre el descubrimiento de británicos, sin embargo, era solo una pequeña parte del esfuerzo de la unidad, y los destacamentos especiales de interpretes, bien instruidos en las señales de las unidades individuales británicas; escuchaban las comunicaciones que mantenían los jefes y sus suboficiales. Parte de la información recopilada por la unidad de reconocimiento iba a ser de poco valor militar, pero la energía empleada en descifrar los mensajes nunca fue un esfuerzo inútil. El descubrimiento de un poco de información vital podía significar la diferencia entre la victoria o la derrota, y Rommel indudablemente sabia que no podía ignorar estas revelaciones.
Publicado por Proletario en 2/21/2009 12:37:00 a. m.
Etiquetas: Bélicos, Curiosidades de la história, Historia del III Reich, II Guerra Mundial
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1 comentarios:
El Fuhrer debio atacar inmediatamente a inglaterra luego de Francia, jugarse el todo por el todo ahi. Hubieramos ganado la guerra. Hoy la humanidad seria una, unida y organizada, ya estariamos presentes hasta en otros sistemas planetarios.
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