El entrenamiento físico, duro y continuado hace de él un atleta preparado para cualquier esfuerzo. Su formación técnica va mucho más lejos que la de cualquier soldado, adiestrándolos en el manejo de numerosos tipos de armas, explosivos, vehículos e incluso sistemas de comunicaciones. Hasta su mente es preparada: ha de saber vencer la tensión, dominar el miedo, lograr la suficiente agilidad mental para salir de cualquier situación y cumplir su objetivo. Quizá se trate con todo ello de alcanzar una utópica perfección “el súper soldado”.
La técnica fotográfica ha aportado un gran avance en la obtención de uniformes mimetizados, los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial ya empleaban este sistema. En la infantería de marina de USA se probo, tiempo atrás un traje Chillie, que es un uniforme normal, cubierto por tiras de arpillera de entre 15 y 39 centímetros de longitud, con distintas coloraciones y dispuestos a distintos niveles, colgando incluso del casco y cubriendo casi totalmente la cara. Con ello se logro mejorar, en ese entonces, el efecto óptico al eliminar la línea regular del cuerpo, y variando los colores y la construcción, el soldado podía pasar inadvertido a distancias increíblemente cortas. El ultimo caso, cuando no dispone del camuflaje apropiado, el comando llega a cubrirse totalmente de barro para que, una vez seco y ayudado de ramas y hojas, iguale su apariencia a la naturaleza que les rodea. Indudablemente el camuflaje es un arma fundamental para los comandos. En el entrenamiento de las fuerzas especiales las practicas de tiro tienen como es lógico, una gran relevancia y de estos hombres elegidos se escogerán los tiradores selectos, elementos que infiltrados en las líneas enemigas podrán realizar misiones muy importantes. Con solamente uno o dos tiradores de elite toda una unidad puede perder su eficacia. El efecto psíquico de recibir fuego con mayor o menos efectividad, pero sin saber de donde proviene puede ser mas eficaz que un verdadero asalto. Otra razón para el empleo de francotirador puede ser la de eliminar a un individuo determinado por el efecto desmoralizador que puede representar, también con él se consigue un preciso apoyo de fuego para sus propias tropas en un asalto, entorpecer las comunicaciones y el aprovisionamiento e incluso poner fuera de servicio armas y equipos enemigos al eliminar a sus servidores. Por supuesto que las armas que los franco tiradores emplean son escogidas por su precisión y eficacia probada, reajustadas de visores telescopicos.
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