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viernes, 4 de julio de 2008

Las Guerras Medicas, el triunfo de occidente.

LAS GUERRAS MEDICAS.

La prosperidad e independencia de Grecia en la primera mitad del siglo V (a.C.) –bajo la supremacía de Esparta y Atenas-, se vio interrumpida por la agresión del poderoso imperio Persa. Los Griegos combatieron durante cincuenta años y, debido a su patriotismo, inteligencia y disciplina lograron salvar el florecimiento de su civilización. Estas luchas se conocen con el nombre de Guerras Medicas. En esa época los griegos llamaban Medos a todos los habitantes del imperio Persa de ahí el nombre de “guerras medicas”. La expresión permanece invariable hasta el presente, aunque mas correcto seria denominarlas guerras greco-pérsicas o guerras pérsicas.
La causa próxima de la guerra fue la rebelión de Mileto. Esta colonia griega , ubicada en el Asia menor, no pudo soportar el yugo persa y, con ayuda de tropas Atenienses, inicio una lucha, pero finalmente cayo vencida.
Darío, el soberano persa, no pudo olvidar la intervención de Atenas en el incidente y entonces juro vengarse y destruir la ciudad griega. Primer guerra Medica (493-490 a.C.)

Luego de un primer intento que fracaso, Darío envió una poderosa flota de 600 naves, cuyos integrantes, después de someter a las islas Cicladas se dirigieron al Ática, para desembarcar en las cercanías de Maratón.
En Atenas, la asamblea del pueblo decidió enfrentar a los persas aunque los estrategos creyeron prudente solicitar la ayuda de los Espartanos. A pesar de que estos decidieron luchar contra el invasor, contestaron que no podían acudir inmediatamente, porque la religión prohibía a sus guerreros partir antes de la luna llena. Sin desanimarse ante semejante respuesta, los atenienses acamparon frente a los persas, en la llanura de Maratón.
Los asiáticos contaban con unos 100.000 hombres y los griegos con 11.000, de los cuales 10.000 eran atenienses y 1.000 de Platea. El estratego Milciades dispuso iniciar el ataque.
Ambos ejércitos empleaban tácticas diferentes: los persas confiaban en su mayor numero y la fortaleza de su centro, mientras que los atenienses pensaban maniobrar con las alas. Dada la señal, estos cruzaron a la carrera los ocho estadios (1.480 m) que los separaban de los persas, aunque luego del primer choque los asiáticos hundieron el centro de la líneas griegas y los persiguieron; pero casi simultáneamente los atenienses obtenían la victoria en las dos alas y, después de rechazar los extremos del ejercito invasor, se volvieron contra el resto y los empujaron hasta el mar, donde muchos se ahogaron. Los persas tuvieron mas de 6.000 bajas, mientras que las perdidas de los atenienses no llegaban a 200 hombres. A pesar de la derrota, la flota del gran Rey intento un golpe sorpresivo contra Atenas pero, como la ciudad estaba alerta, optaron por regresar al Asia.
La victoria de Maratón alentó a los griegos para resistir en adelante el poderío de los persas –considerados hasta el momento invencibles- y cubrió de gloria a los valerosos soldados atenienses. Los espartanos llegaron después del combate y felicitaron a los vencedores con la vergüenza dibujada en sus rostros escondidos por el bronce. La segunda guerra Medica (480-479 a.C.)

Darío murió sin poder vengar la derrota de Maratón. Lo sucedió su hijo Jerjes que luego de reprimir una sublevación egipcia, dedico todo su tiempo a preparar el ataque contra Grecia. Finalmente en la primavera del año 480 (a.C.), partió de Sardes con un poderosísimo ejercito –posiblemente superior a un millón de hombres-, cruzo el Helesponto por un doble puente de barcas y se dirigió a través de Tracia, Macedonia y Tesalia, con el propósito de invadir a Atenas por el norte. Al mismo tiempo la flota, compuesta por 1.200 naves y 3.000 transportes, siguió bordeando el mar egeo para no perder contacto con las fuerzas terrestres.
El Rey Espartano Leonidas con un ejercito de 5.000 hombres, acampo en el paso de las Termopilas, estrecho desfiladero situado entre los montes Etea y el golfo Maliaco. Durante varios días hizo retroceder a las famosas tropas de los “10.000 inmortales”, hasta que un traidor , llamado Efialtes, indico a Jerjes un sendero que le permitió rodear a los valientes. Momentos antes Leonidas ordeno la retirada de los guerreros no Espartanos, pero él, con 300 hoplitas, cargo desesperadamente contra el grueso del ejercito persa, hasta que sucumbieron por la enorme diferencia numérica (año 480 a.C.)
Mientras se libraba la batalla de las Termopilas, la flota griega, situada al norte de la isla de Eubea, enfrentaba, con resultado indeciso, la fuerza naval de los asiáticos. Sin embargo, enteradas de la derrota terrestre, las naves helenas se retiraron en dirección a la bahía de Salamina, al sudeste de Ática. Entretanto los persas habían saqueado Atenas e incendiado la Acrópolis; los habitantes hallaron refugio en las islas de Salamina y Egina. Jerjes parecía haber conseguido su anhelada venganza; sin embargo, la lucha no había terminado.
La flota griega salio al encuentro de la persa, cuyo numero era tres veces superior. Jerjes, desde la costa del Ática y sentado en un trono de plata, presenciaba la batalla. Las naves asiáticas, hacinadas en un mar estrecho, no pudieron maniobrar y los marinos griegos las destrozaron en la magnifica victoria naval de Salamina (480 a.C.).
Decepcionado por la derrota, Jerjes regreso a Persia por tierra y ordeno la evacuación de Grecia, pero dejo en Tesalia al General Mardonio con un ejercito de 300.000 hombres.
En septiembre del año 479 (a.C.) los griegos a las ordenes de Pausanias (rey de Esparta) y Arístides, reunieron un ejercito que venció a los invasores en la importante batalla de Platea. Mardonio pereció en el combate y el resto de sus hombres abandonaron el territorio. El mismo dia las naves persas que habían logrado escapar de Salamina fueron derrotadas en Micala, promontorio situado en las costas del Asia Menor, frente a la isla de Samos. La tercer guerra Medica. (479-449 a.C.)

Aunque los griegos habían desalojado a sus enemigos del territorio continental, la guerra marítima prosiguió en las islas del mar Egeo y en las costas del Asia Menor.
El jefe Espartano Pausanias desalojo a los persas de Chipre y sitio a Bizancio, hoy Constantinopla, pero en ese lugar, y dominado por la codicia, entro en negociaciones con el enemigo, por lo que fue destituido y condenado a muerte.
Esparta, que no era potencia naval, no deseaba proseguir la lucha en territorios Asiáticos y, cuando sus generales se enteraron de que las colonias griegas pensaban entregar el mando a Arístides, decidieron retirarse de la lucha. El jefe ateniense reunió doscientas ciudades, con las que formo la confederación de Delos, cuyos integrantes debían contribuir con dinero, naves y soldados.
Atenas confió el mando de la flota a Cimon, quien durante cerca de veinte años prosiguió la lucha contra los persas. Los expulso de las costas norte del mar Egeo y también de buena parte de Asia Menor. Artajerjes se rindió y accedió a firmar la llamada paz de Cimon, que puso fin a las Guerras Medicas. Los persas reconocían la independencia de las colonias griegas asiáticas. Abandonaban el mar Egeo y se comprometían a mantener distantes a sus tropas para evitar nuevos conflictos.
¿Cuáles fueron las consecuencias de las Guerras Medicas?
Estas guerras tuvieron gran importancia en la historia de la civilización, porque el triunfo griego fue la victoria del progreso occidental sobre el despotismo asiático.
Sus consecuencias podemos sintetizarlas de la siguiente Manero:
a) Atenas adquirió supremacía sobre toda Grecia.
b) El otrora poderoso imperio persa comenzó a declinar.
c) Fueron libertadas del yugo asiático las colonias griegas del Asia Menor.
d) Permitieron la libre navegación del mar Mediterráneo.

Pensemos que de no haber ganado los griegos las Guerras Medicas, todo el crecimiento de la civilización en el radio de influencia se hubiera volcado al estilo asiático, y seguramente, el mundo como lo conocemos nunca habría existido. Hegemonía Ateniense.

Atenas fue el estado helénico que mas se distinguió en la guerra contra los persas y el único que en los momentos de mayor angustia encabezo la resistencia. En el transcurso de la lucha se creo la confederación de Delos, que origino la supremacía política y económica de Atenas en toda la región del mar Egeo.
Esta liga marítima, fundada por Arístides, fue la creación política mas importante del siglo V (a.C.). las doscientas ciudades aliadas se comprometieron a suministrar naves de guerra o un tributo, optando la mayoría por satisfacer esa cuota anual. El primer importe ascendió a 460 talentos, administrados por Arístides con tanta equidad que le valió el sobrenombre de Justo. Al principio el tesoro se guardo en Delos, pero luego se traslado a Atenas.
Siguiendo una política imperialista, Atenas transformo en súbditos a los pueblos aliados y les exigió un tributo obligatorio, que estos entregaron conformes, pues estaban satisfechos de hallarse bajo su tutela. El dinero fue utilizado para realizar grandiosas obras artísticas y solventar gastos públicos.
Atenas domino todo el mar Egeo y su imperio comprendía Calcifica, Eubea, las islas Cicladas, Lesbos, Quios, Samos, y las ciudades jonias y eolias del Asia Menor. Este periodo de hegemonía culmino con el gran estadista Pericles, quien logro el apogeo de esta civilización. Sin embargo, la expansión de Atenas no tardaría en chocar contra Esparta y originar largas luchas que ensangrentaron el mundo Helénico.

1 comentarios:

adamnesico dijo...

Exageras con las cifras persas, 100000 en maratón?, demasiados para una expedición de castigo, 25000 suele considerarse más realista. ¿Un millón en la segunda? El esfuerzo logístico sería enorme, 250000 parece más real. Y no has mencionado a los 700 tespios, 600 ilotas y 300 tebanos (estos 2 últimos obligados) que murieron junto a los 300. por cierto, Mardonio murío por la piedra de un ilota, qué humillación, jejeje.
Despotismo triunfo de la cultura occidental respecto al despotismo occidental. Antes habría que mencionar que el porcentaje de esclavos era mucho mayor en grecia que en el imperio persa. Y dicen que Mardonio estaba dispuesto a permitir la democracia, siempre con el debido somtimiento al imperio. Bueno, ciertamente, al menos los libres no estaban supeditados a la voluntad de un solo hombre, pero a qué precio. Y ciertamente, la cultura griega en jonia se había debilitado tras la conquista persa, el triunfo griego aumentó el prestigio y expansión de la cultura griega.