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lunes, 6 de octubre de 2008

Musashi Miyamoto, el rayo del cielo

Nace aproximadamente en el año 1584, en un pueblo llamado Miyamoto, provincia de Mimasaka. Los ancestros de Musashi pertenecían al poderoso clan Harima, originario de la provincia de Kyushu, la isla más meridional de Japón. Su abuelo, Hirada Shokan, era un samurai al servicio de Shinmen Iga No Kami Sudeshige, señor del castillo de Takeyama y un importante señor feudal de la época. Cuando Musashi tenía siete años de edad, su padre, Munisai, desapareció sin que nunca más se supiera de él. Ya que su madre había fallecido tiempo atrás, el chico fue puesto bajo la tutela de un sacerdote, tío materno suyo. Así, de un día para el otro, el pequeño Musashi queda huérfano durante la época de las campañas de unificación del país del Taiko Hideyoshi. Solo, al cuidado de un duro sacerdote, durante una de las épocas más violentas de la historia de Japón, Musashi, en vez de caer victima de su fatídico destino, se fortalece enormemente, transformándose poco a poco en lo que mas adelante será; los escritos le describen como un joven de carácter iracundo, con gran fuerza de voluntad, rozando casi con la terquedad y físicamente muy desarrollado para su edad. Su tío insistió en que estudiase las artes del guerrero, (ya que desde un primer momento advirtió los grandiosos dotes de guerrero que afloraban en el joven Musashi). Así es como el joven prodigio se da por completo al estudio y desarrollo del “camino de la espada”, esto unido a su carácter violento y a su extraordinaria fortaleza física, hizo que pronto se viese involucrado en un sinfín de enfrentamientos y duelos por la supremacía del mejor espadachín. Se guarda registro de una lucha en la cual derrotó y mató a un guerrero experimentado en el arte de la guerra, teniendo tan solo trece años de edad. Su oponente era Arima Kigei, un aguerrido samurái de la escuela guerrera Shinto.
Musashi le lanzó a tierra y acabó con él golpeándole la cabeza con un palo cuando intentaba levantarse. Otro combate del cual se guarda registro, por la ferocidad del mismo y la importancia en pericia de su oponente, ocurrió cuando Musashi tenía 16 años, en el cual derrotó a Tadashima Akiyama poderoso samurai respetado por su habilidad y ferocidad en combate.
En esa convulsionada época, el joven Musashi se da cuenta de que debe recorrer todo el Japón en busca de aquel contrincante que sea realmente un serio oponente y que lo pueda enfrentar de igual a igual, así, abandona su casa para comenzar un peregrinaje en el cual perfeccionó sus habilidades a través de numerosos combates, tanto en luchas individuales como en batallas. En ese periodo de la historia de Japón hubo muchos guerreros embarcados en peregrinajes similares, algunos en solitario, como Musashi; otros bajo el patrocinio de alguna escuela de lucha o algún señor feudal.
Durante todo este periodo de su vida, Musashi se mantuvo al margen de la sociedad, dedicándose exclusivamente a la búsqueda de la iluminación suprema a través del Camino de la Espada. Dedicándose solamente a perfeccionar sus habilidades de espadachín. Dejo de lado todos los placeres y bondades de la vida, sin mas posesión que su katana y su espíritu indomable, vagabundeando por todo el Japón, durmiendo con el firmamento como único techo, con simples harapos como vestimenta, adoptando en sus huesos el helado frío del invierno, sin preocuparse de su aspecto físico, ni tomar esposa, ni dedicarse a ninguna profesión, aparte de su propio estudio del arte de la espada. En la batalla de Sekigahara, en la cual Ieyasu sucedió a Hideyoshi como máximo dirigente del Japón, Musashi estaba entre las filas del ejército Ashikaga y contra Ieyasu. Es decir, estuvo en el bando perdedor. Sobrevivió no solo a los tres días que duró la batalla, en los cuales murieron alrededor de 70.000 guerreros, sino también a la siguiente caza y masacre de los supervivientes del ejército derrotado.
Después de Sekigahara, decidió partir en Musha Shugyo, un viaje de auto-perfeccionamiento, en que los samuráis viajaban de ciudad en ciudad, buscando oponentes fuertes para probar sus habilidades. El Musha Shugyo de Musashi lo llevó a tener más de 160 combates entre los 17 y 30 años, nunca fue derrotado. En todo su duro derrotero en busca del conocimiento supremo, se enfrento no solo en combates individuales, sino muchas veces combatió con mas de un oponente por vez, perfeccionando con cada golpe de su katana invencible, su maravilloso arte guerrero.
En guerras y disputas, su actitud era serena, aún frente a la muerte. Aquél que encontraba la iluminación por medio del Kenjutsu, desarrollaba una decisión precisa de la realidad, premiada con una conducta digna y honesta. Musashi fue un maestro en el Camino de la Espada. Buscó la perfección en el arte delcombate, hasta que su fama alcanzó las principales cortes de Japón. A los 30 años, después de vencer, en una violenta lucha a Sasaki Kojiro, considerado uno de los más hábiles samuráis de la época, Musashi pasó por una gran mudanza espiritual. Conforme escribió, años más tarde en su obra más famosa, el Libro de Los Cinco Anillos, Musashi sentía que venció en esos duelos, no por haber dominado el arte de la estrategia, o por ser más fuerte, o simplemente por suerte. Se da cuenta que hay algo mas detrás de todas esas victorias, entiende que con la muerte del oponente no finaliza el combate, comprende que el verdadero camino de la espada va mas allá de la propia espada; entonces pasa a buscar el significado más profundo del Camino de la Espada, que lo lleva a entrar en contacto con otras formas de arte, como escultura, pintura, caligrafía y también meditación Zen.
Fue con 50 años que finalmente Musashi alcanzó su objetivo de comprender los principios del camino, conforme escribió en la introducción del Libro de Los Cinco Anillos. Cerca de esta época estableció su estilo, el Niten Ichi Ryu. En el último período de su vida, Musashi se hizo vasallo del clan Hosokawa, viviendo en el castillo Kunamoto.
Cansado de esa nueva vida vacía de contenido, Musashi retorna a la soledad de la meditación haciéndose ermitaño y optando por un retiro espiritual en una caverna de Reigando. Allí escribió el Go Rin No Sho, el Libro De las Cinco Anillos o Esferas, dónde plasmo todos sus conocimientos en las artes de la espada y de la estrategia. Luego de dos años de auto exilio en las montañas, Musashi, la leyenda viviente, el rayo del cielo, el mas grande espadachín de la historia del Japón, desaparece, nunca mas se supo de él, nunca mas nadie lo vio, nunca se encontró su cuerpo. La leyenda se hizo más extraordinaria aun, y a partir de ese momento el gran Musashi fue ejemplo de todos los jóvenes que se iniciaban en el difícil camino de la espada adoptando su libro como guía de estudio y conocimiento.
La espada de Musashi sigue envainada, lista, transitando el aletargado paso del tiempo, al asecho de algún oponente que logre darle lo que siempre busco.

2 comentarios:

porra dijo...

Me gustó este post. Difiero con total seguridad en todo lo que tenga que ver de política en tu blog, pero esta entrada en particular me gustó.

Un saludo revolucionario.

Proletario dijo...

Gracias por el comentario porra