

Se sabía que había un depósito de combustible americano en Büllingen, a pocos kilómetros al norte de Honsfeld, y aunque quedaba algo fuera del camino, Peiper tuvo que ordenar otro desvío, particularmente al recibir informaciones de que algunos de sus King Tigers, en la retaguardia de su columna, ya se habían quedado sin combustible. A las 9,00 h, prisioneros americanos de guerra ponían combustible en tanques y semiorugas sedientos, mientras que unidades de reconocimiento investigaban al norte y oeste para prevenir la interferencia enemiga. Pero era mediodía cuando el Kampfgruppe pudo continuar su avance, e incluso entonces hizo falta tiempo para volver a la ruta original.
Peiper puede haber logrado flexibilidad y resistencia, pero aún tenía que conseguir ímpetu. Una combinación de defensa inesperadamente eficaz de pequeños grupos aislados americanos y la necesidad de hacer desvíos para buscar líneas de avance o combustible le había negado la posibilidad de realizar un asalto estilo Blitzkrieg y, cuando comenzó a darse cuenta de esto, surgieron señales de frustración. Ya en Honsfeld y Büllingen se habían ejecutado a prisioneros americanos. Durante la siguiente fase de las operaciones, el Kampfgruppe iba a hacer mayores atrocidades justo al sur de la ciudad belga de Malmédy.
Una vez reabastecida, Peiper dirigió su columna al Sur, a Moderscheid, y después al oeste, hacia su siguiente objetivo clave: la ciudad de Ligneuville, al principio del valle del Amblève. Su unidad de reconocimiento avanzó, creando una vía aceptable a través de Ondeval a Thirimont, pero la más directa después era poco más que un camino embarrado. Por ello, Peiper se dirigió al norte, pensando en llegar a la carretera principal a Ligneuville, en Baugnez, unos
Abriendo fuego, destruyeron el camión de cabeza y, cuando los Panzers grenadiers bajaron para despejar la carretera, las tropas americanas comenzaron a rendirse, por no tener armas pesadas y sorprendidas totalmente.
Cuando los Panzer giraron alrededor de la encrucijada de Baugnez, los Panzer grenadiers reunieron unos 120 prisioneros y los llevaron a un campo cercano. Dejando dos Panzer IV de vigilancia, Peiper no perdió tiempo lanzándose hacia Ligneuville, particularmente cuando supo que había allí un cuartel general americano. Cuando la columna desapareció carretera abajo, se ametralló a algunos de los prisioneros de la batería B, 285.º Batallón de Observación de Artillería de Campo por falta de cooperación y poner en riesgo toda la operación.