Irónicamente una de las fuerzas más destructivas del mundo fue descubierta por aquellos que trataban de prolongar la vida, no acortarla. El consenso general académico es que la pólvora fue descubierta por alquimistas chinos que buscaban el elixir de la inmortalidad. Los chinos experimentaron con varios elementos naturales confiando en encontrar la combinación justa para producir los efectos deseados. El esfuerzo fue muy concienzudo y pudo llevar, seguramente, décadas. Según una versión, una vez que un alquimista chino mezclaba los ingredientes apropiados, tenía que cocinar la receta durante 50 años o más. A medida que el alquimista se iba haciendo mayor, no había duda de que el trabajo se volvía mas urgente, pero esta era la clave del asunto: lograr los ingredientes apropiados y luego las cantidades adecuadas de dichos ingredientes.

Esto puede significar que los chinos inventaron la pólvora mucho antes del nacimiento de Cristo, pero los escritos son demasiado esotéricos para dar evidencia creíble. Los investigadores están en terreno mas firme con Zhenyuan Miaodao Yaolue, un trabajo de la Dinastía Tang que data del 850d.C.

Una vez inventada la pólvora, los chinos comenzaron a buscar aplicaciones para esta sustancia maravillosa. Se pensaba que la primera pólvora solo se usaba para fines benignos, como fuegos artificiales en el nuevo año lunar. Ahora sabemos, sin embargo, que la pólvora tuvo aplicaciones militares desde el principio.

Las armas de fuego mas antigua conocida era la lanza de fuego, “buo qiang”, un arma que databa de 950 o antes. Es considerada como una primera pistola, no una verdadera pistola, pero si una antepasada de las armas de mano actuales.

El tubo tenía 60 centímetros de largo y estaba hecho de papel fuerte con unas 20 capas de grosor. Aunque el objetivo principal era lanzar fuego, los soldados chinos llenaban a veces el tubo con trozos de porcelana, hierro y cualquier otra cosa que pudieran encontrar. Estos trozos sueltos podían provocar daños considerables y fueron consideradas como las primeras balas antiguas.

Los atacantes recibían el fuego mientras escalaban y si todo esto fallaba, la punta de la lanza de fuego actuaba como soporte defensivo. Durante una batalla en 1276 un Chiang Tsai se vio atacado por dos soldados con lanzas de fuego que ya habían descargado sus armas, y él se vio obligado a despacharlos con su espada.
La evidencia física más antigua de las lanzas de fuego esta sujeta a debate.




También se desarrollaron cohetes, así como varios tipos de bambas con carcasa blanda y carcasa de hierro. La bomba de carcasa blanda, también llamada “pi li pao” o bomba de trueno, era esencialmente un tubo de bambú hueco con un fusible en su núcleo. Alrededor del bambú se empaquetaban unas 30 piezas de porcelana junto con pólvora y capas de papel. Cuando se encendía el fusible, podían lanzarse desde las murallas de una ciudad asediada con un efecto devastador.

