










Publicado por Proletario en 8/29/2008 12:52:00 p. m. 1 comentarios
Etiquetas: Culturas ancestrales, Historia antigua, Historia universal
Los vendavales de la guerra civil arrojaron a numerosos argentinos fuera de su patria, obligándolos a ganarse duramente eso que se ha dado en llamar-con frase hecha y muchas veces repetida- “el amargo pan del destierro”.
Alejados de su ambiente, de sus ocupaciones habituales, los desterrados debían sentirse como hombres nuevos, vueltos a una segunda adolescencia, ante la incertidumbre del destino y la inseguridad de la vocación.
Los más de los desterrados por motivos ideológicos, hombres de pensamiento y de pluma, buscaron en el periodismo un medio de subsistencia. Pero el periodismo, además de no ser para todos, ¡suele ser un medio de vida tan inseguro! Los expatriados debieron refugiarse en los más variados oficios.
Sarmiento, en una pagina de sus “Recuerdos de provincia”, enumera las profesiones que ejerció durante su primer destierro en Chile: “Maestro de escuela en Los Andes; de allí…bodegonero en Pocuro con un pequeño capitalito que me había enviado mi familia; dependiente de comercio en Valparaíso; mayordomo de minas en Copiapó; tahúr por ocho días en el Huayco, hasta que en 1836 regrese a mi provincia, enfermo de un ataque cerebral, destituido de recursos y apenas conocido de algunos…”
Los desterrados debían ensayar todos los oficios, y aun aquellos modos de vivir que no dan de vivir, según la conocida clasificación de Mariano José de Larra.
De Hilario Ascasubi “sábese –nos dice Manuel Mújica Láinez en la vida de Aniceto el Gallo- que fue, sucesivamente, vendedor de lana, corredor de alhajas y panadero”. “A la panadería debió, en la banda oriental, su fortuna”.
También el General don Gregorio Aráoz de Lamadrid fue panadero en Montevideo y en Chile.
¡Pero que diferencia va de panadero a panadero!
Ascasubi había corrido mucho mundo. De muchacho había navegado, como grumete, en un barco corsario. Había sido imprentero en Salta. Capitán en nuestras guerras civiles, junto a Lamadrid. Prisionero de Rosas, fugó de la prisión mediante un salto desde diez metros de altura.
Pero Ascasubi era de los que caían parados. Un buen humor expansivo le abria caminos con facilidad por el mundo. Ganarse la vida era cosa simple para don Hilario. Su panadería no solo daba el pan para él y para su familia, sino para numerosos amigos y compañeros de destierro. Su mesa en Montevideo, siempre estuvo tendida para muchos, y, sin duda, alegrada con vinos y bien provista de sabrosos asados y golosinas. La panadería de Ascasubi daba para todo.
Lamadrid, en cambio, nunca paso de panadero pobre.
¡Que facilidad tenia este hombre para adelantarse a todo galope, sable desnudo, sobre una bandada de enemigos! ¡Y que dificultad para ganarse la vida en la paz! “reunía a las puerilidades de un niño la audacia de un héroe de leyenda” –dice de él Bartolomé Mitre en la Historia de Belgrano.
Y siempre le quedo algo de niño al general. Se había incorporado al ejercito a los 16 años. Pelear había sido para él casi un juego. Su primer juego: emocionante y divertido.
Cuando cuenta sus acciones militares, deja traslucir todo lo que la guerra tenia para él de diversión. Había ganado batallas a cascotazos. Había hecho retroceder a los enemigos dando órdenes de mando en la oscuridad, para simular unas fuerzas imaginarias. Se había abalanzado a todo galope contra murallas de bayonetas. Eso en las guerras de la independencia. En las guerras civiles, lo dejaron por muerto, en el campo de batalla, con quince heridas de sable, que él las enumera con toda tranquilidad: “en la cabeza once, dos en la oreja derecha, una en la nariz, que me la volteo sobre el labio, y un corte en el lagarto del brazo izquierdo, y además un bayonetazo en la paletilla, y junto con el cual me habían disparado el tiro para despenarme, tendido ya en el suelo”.
No se murió. Cuando lo fueron a buscar, ya pisoteado por los caballos, se revolvía aun en el suelo. Deliraba: -¡No me rindo! – le dijo al que lo socorría.
El héroe parecía burlarse de la muerte. Pero la vida se burlaba del héroe.
¿Qué ha de hacer Lamadrid en el destierro? Después del combate de la Ciudadela, huye a Bolivia. Cree, prematuramente, que su país entra en camino de organizarse, y regresa. Pero se ha equivocado, y vuelve a encontrarse sin tener con que vivir.
Pero Lamadrid siente una especie de orgullo por su pobreza. A ratos parece querer ostentarla, casi con insolencia. Al pasar por Tucumán –su provincia- manda un soldado con sus petacas, con orden de abrirlas en la plaza:
-Vengo por orden de mi coronel a vender toda su ropa por lo que quieran darme, sea cual fuere la oferta que se me haga…
Lamadrid quiere quedarse en la calle con ostentación.
No sabe que hacer en la vida civil. Tiene mujer e hijos que mantener. Don Juan Manuel de Rosas es el padrino de uno. Y Lamadrid llega a ofrecérsele a su compadre para que lo emplee en cualquier oficio, por ejemplo, como mayordomo o capataz de cualquiera de sus estancias…
¡Pero que! La guerra civil continúa. El coronel sigue peleando. Vencido vuelve a escapar a Bolivia. Rueda de una ciudad a otra en el destierro. En 1834 se embarca en Chile con su mujer y sus hijos pequeños, rumbo a Montevideo. En el cabo de Hornos lo sacude una tormenta. La familia se marea. El coronel, sobre cubierta lava la ropa de todos, la tiende, y cayendo y levantándose por los bandazos del temporal, calienta las planchas y trata de enjugar el agua de las cuchetas en que deben acostarse los niños.
La tarea es, sin duda, menos brillante que una carga de caballería, pero casi tan heroica como ella.
Lamadrid lucha ahora por ganarse la vida. Cerca de Montevideo le ceden una chacra, y él construye un horno y amasa el pan. No es de pasar por alto la satisfacción con que Lamadrid habla de la buena calidad de su pan, el mejor pan de Montevideo, según él. Tan bueno era que obligo a los otros panaderos a mejorar el que producían y a abaratarlo, para sostener la competencia.
Pero la inquietud de Lamadrid impide que sus industrias prosperen.
Unos meses después esta el coronel en Buenos Aires.
Aquí construye otro horno…; pero Rosas lo manda al norte, y él se le da vuelta e interviene en la coalición del norte. Pero sobreviene Rodeo del Medio, y ya lo tenemos otra vez en camino del destierro: Chile, Perú, Bolivia, otra vez Chile; otra vez rodando, cargado de familia, aceptando préstamos y subscripciones y tratando a toda costa de ganarse la vida.
En Copiapó vuelve a amasar y a vender pan, en 1842. En Santiago construye otro horno. Amasa pan de leche con grasa, sin grasa y pan dulce. Pone un aviso en los diarios para anunciar sus productos. Las señoras y los caballeros elegantes de Santiago detienen sus coches delante de la panadería del coronel. El buen pan de Lamadrid se pone de moda. La gente llega a creer que el coronel panadero se esta llenando de plata. Pero el pan de Lamadrid es tan bueno, que casi vale lo que cuesta. No deja ganancias. Es claro que los otros comerciantes se ponen alerta para evitar la competencia. Había otro panadero al por mayor –cuenta Lamadrid- que vendía muchas masas, “aunque no tan buenas como las que yo hacia; pues las mías, a mas de ser hechas con leche, eran trabajadas con bastante huevo, con el azúcar y grasa mas finos, y con mas aseo; cuando las otras eran trabajadas con agua, y con azúcar de la mas rubia y pasada, y no tenían tanto huevo como las mías; por consiguiente, no podían compararse por su vista ni en sabor”.
Hay que pensar en sus cargas de caballería, en sus heridas innumerables, para que estas frases de Lamadrid resulten enternecedoras. Lamadrid mantenía su alma de niño, y, como es natural, los otros panaderos lo fundieron.
Por José Luís Lanuza.
Publicado por Proletario en 8/28/2008 01:10:00 p. m. 0 comentarios
Etiquetas: Patria y tradicion, Próceres argentinos
Encaminándose llorosamente hacia la cueva del dragón, cuando inopinadamente apareció un legionario Romano armado con el gladius y el pilum, conociendo la suerte que correría la infeliz princesa, hace la señal de la cruz y arremete valeroso contra el monstruo enfurecido. Tan tremenda lanzada le arremete que lo atravesó de lado a lado, y con el ceñidor de la joven hace un lazo, amarra al dragón y lo conduce hasta la ciudad. Una vez allí explica al rey y al pueblo porque a podido abatir al monstruo. Y dijo que fue porque imploro el auxilio del único Dios verdadero. En presencia de todo el auditorio, que prometió creer en Jesucristo y bautizarse, Jorge le dio a la fiera el golpe de gracia. Este relato nos consta en las antiguas biografías del mártir. Este relato se populariza en la época de las cruzadas, convirtiéndose en un símbolo para todos los caballeros que combaten al infiel en Tierra Santa. El tribuno romano es en efecto, la personificación ideal del caballero cristiano, que combate contra Satanás y los infieles en defensa de la fe, protegiendo en todo momento la debilidad que peligra. Pocas veces logro una leyenda un éxito tan grande.
Para los artista de toda categoría fue ella, desde el siglo XIII hasta nuestros días, asunto predilecto que dio lugar a producciones artísticas tan numerosas como variadas, lo mismo en oriente como en occidente. La iconografía de la edad media y el renacimiento lo ha presentado (aunque no exclusivamente) en la forma de un apuesto jinete en un caballo blanco, enarbolando el estandarte de la santa cruz y embrazando una lanza con la cual acomete a un dragón que amenaza a una doncella. Viene a ser un traslado del modo como se apareció armado muchas veces peleando a favor de los fieles. (Aunque la realidad debió de ser muy diferente, ya que San Jorge, era oficial romano al servicio del imperio y sus atavíos eran los de todo legionario en el 300 d.C.)
En los comienzos de siglo IV, imperando Diocleciano, se adoptaron providencias para eliminar del ejército imperial de oriente a los numerosos elementos cristianos que en él servían. Muchos soldados tuvieron que renunciar a la profesión de las armas, aunque la persecución no paso adelante de momento. Mas cuando el cesar Galerio sé junto con Diocleciano en Nicomedia, puso mucho empeño en conseguir mayor violencia contra la religión cristiana, publicando sé en dicha ciudad un edicto que ordenaba la demolición de las iglesias y la expulsión de todos los cristianos de las dignidades y cargos administrativos. Los historiadores Eusebio y Lactancio afirmaron que dicho decreto fue destrozado públicamente por un joven; y algunos biógrafos se aventuraron en escribir que ese joven fue Jorge el tribuno. Poco después, y dos veces seguidas, el fuego prendió en el palacio imperial. Galerio acuso de ello a los cristianos y consiguió del emperador, a quien la noticia impresiono, licencia para tomar sangrientas represarías contra el clero y los cristianos de Nicomedia.
Rápidamente se extendió la persecución por todo el Asia Menor y aparecieron edictos generales de sacrificar Venis Nolis a los ídolos. Lleno de dolor e indignación en vista del proceder injusto y la persecución sangrienta que eran victimas los cristianos, Jorge resolvió públicamente tomar su defensa. Distribuidos sus bienes entre los pobres, y libres los pocos esclavos que a su servicio tenia, defendió con valentía la causa de los perseguidos ante el consejo de dignatarios y jefes militares convocado por Diocleciano, y afirmo públicamente que su religión era única y verdadera, y que no se podía rendir culto a los ídolos.
Al ser interrogado Jorge declaro que era cristiano, el emperador se sorprendió y ante semejante confesión le dijo: " piensa joven, lo que dices y mira por tu porvenir". Hablándole luego de los suplicios espantosos que su desobediencia a los edictos le acarrearía y por otra parte las dignidades y elevados cargos con que pensaba premiar su apostolado. A todo el tribuno contesto: " Ten entendido, OH Diocleciano, que el Dios a quien sirvo me dará la victoria, que no me han de ablandar tus ruegos ni me han de arredrar tus amenazas. Todos tus beneficios son vamos y tus promesas semejantes al humo que disipa el viento. No echo de menos los honores que me has concedido hasta el día, porque aspiro a la gloria eterna, permita el cielo que conozcas muy pronto al Dios omnipotente". Ante semejante respuesta Diocleciano enfurecido ordeno detención y encarcelamiento del oficial.
Aquí da principio la dolorosa pasión del mártir, los relatos de los hagiógrafos orientales describen por menudo los suplicios que en diferentes ocasiones padeció, tales como el tormento de la rueda guarnecida de cuchillos afilados, el de los garfios de hierro, la flagelación con nervios de buey, el baño en lechada de cal viva, etc. El valeroso soldado lo sufre todo con sobrehumano valor y ve luego como sus heridas quedan curadas milagrosamente. A juicio del magistrado, Jorge se vale de sortilegios para liberarse de las espantosas torturas que le infligen; por lo cual hace venir a un hábil mago que, para probar el incomprensible poder de Jorge, le da de beber un licor emponzoñado, el cristiano lo toma y no sufre menor daño, según promesa de cristo en su evangelio. Declara entonces frente a los idolatras que la omnipotencia puede obrar por mediación de sus hijos: puede tomar por ejemplo la vida de un cadáver. Al oír esto, el mago le pregunto si quiere revivir a un difunto que había sido enterrado cerca de la cárcel pocos días antes. Conducen a Jorge al lugar señalado, ora el santo y el muerto sale vivo del sepulcro, vencido el mago confiesa el poder del Dios de los cristianos, y abandona el culto de los ídolos. Furioso el emperador ante esta noticia, ordena que el mago sea decapitado y Jorge vuelva a la prisión.
De allí a poco, nuevamente comparece Jorge ante el tribunal de Diocleciano. El tribunal se alzo al aire libre junto al templo de Apolo, el emperador quiere sobornarlo con tiernas palabras, le pone por delante su juventud y le promete toda suerte de honores si consiente en sacrificar a los dioses. " Pero donde están esos dioses?" Pregunta el confesor, " vamos a verlos". Y Jorge con otro portentoso milagro obliga a declarar al demonio que mora en el ídolo, que solo hay un dios verdadero, luego hace la señal de la cruz y todas las estatuas caen al suelo echas pedazos, con lo cual se provoca un verdadero motín.
Sobresaltada por los tumultuosos clamores del populacho acudió la emperatriz y, acercándose a Diocleciano, le declaro que enterada de lo que había ocurrido ella también se declaraba cristiana. En el paroxismo del furor Diocleciano mando que la golpearan con varas y que acabaran con su vida, y con la de tres criados suyos a saber: Apolo Isacio y Crotates, cuyas fiestas se celebran el 21 de abril.
Y queriendo terminar con el joven oficial de su guardia que permanecía inquebrantablemente en su fe, Diocleciano decidió pronunciar la sentencia de muerte, Jorge fue atado a la cola de un caballo, arrastrado por toda la ciudad y seguidamente sacado extramuros y decapitado. Antes de morir, Jorge, con los ojos puestos en el cielo y sus manos levantadas y con su voz entrañable que le salía del corazón, rogó a Dios perdonase a sus verdugos, y le diese la gracia de la conversión. El martirio debió tener lugar en Nicomedia, a principios del año 303. En efecto en ese año se hallaba Diocleciano en aquélla ciudad. El cuerpo del santo seria trasladado mas tarde a Dios polis (Lida) en Palestina, conforme a su deseo
Publicado por Proletario en 8/27/2008 04:49:00 p. m. 1 comentarios
Etiquetas: Historia medieval, Leyenda y mitologia
Publicado por Proletario en 8/26/2008 12:09:00 p. m. 0 comentarios
Etiquetas: Biografias, Historia de Oriente, Historia naval, Historia universal
Publicado por Proletario en 8/25/2008 03:20:00 p. m. 0 comentarios
Etiquetas: Patria y tradicion
Publicado por Proletario en 8/25/2008 02:24:00 p. m. 1 comentarios
Etiquetas: Patria y tradicion
Publicado por Proletario en 8/20/2008 01:36:00 p. m. 0 comentarios
Etiquetas: Guerreros legendarios, Patria y tradicion, Próceres argentinos
Debido a la enfermedad de su esposa Remedios, su hija, la niña Mercedes fue criada y educada por sus abuelos, lo que derivó en una niña caprichosa y maleducada.
Publicado por Proletario en 8/19/2008 04:37:00 p. m. 0 comentarios
Etiquetas: Patria y tradicion
AIM-92 Stinger AAM
Esta versión del Stinger, lanzada desde el aire, lleva en funcionamiento desde 1988. basado en un excelente sistema portátil, esta versión combina una nueva cabeza buscadora IR&UV de dos colores y un microprocesador reprogramable (RPM). Los misiles se encuentran montados, (en helicópteros), sobre un sistema de góndola con dos misiles. El Stinger es un misil de peso ligero muy efectivo. Peso: 47kg, lanzador doble
Rango máximo de disparo: por debajo de los 10km
Sistema guía: guiado IR
Objetivo principal: objetivos que vuelan a baja altitud, corto alcance.
AIM-9R Sidewinder AAM
El misil Sidewinder data de finales de los años 1940, cuando fue desarrollado por primera vez por la marina de los Estados Unidos. El modelo actual tiene pocas cosas en común con el original, salvo su aspecto externo. Este ha sufrido múltiples cambios. El modelo “R” tiene una cabeza buscadora y un motor de proyectiles mejorado que produce menor cantidad de humo. Peso: 87kg.
Rango máximo de disparo: 18km.
Sistema guía: guiado IR
Objetivo principal: objetivos aéreos.
AGM-122 Sidearm AGM
El sistema de Sidearm apareció ante la necesidad de desarrollar un misil antirradar de peso ligero y de bajo coste. Los Sidewinder AIM-9C no utilizados fueron mejorados según los estándares del AIM-9L/M. Además un radar pasivo de amplia banda reemplazo al buscador existente. El Sidearm AGM es utilizado por la mayoría de los AV-8B Harriers, F-5G Phantom Wild Weasels y helicópteros. Peso: 91kg.
Rango máximo de disparo: 15km.
Sistema guía: guiado por radar pasivo
Objetivo principal: SAM y radares de control de armas.
AGM-65D Maverick AGM
El modelo “D” del Maverick entro en servicio en 1983 como sucesor de esta arma tan eficaz. En este modelo se reemplazo el primer sistema guiado TV por un sistema infrarrojo de imágenes. El sistema IR tiene un alcance mucho mayor y además es capaz de “ver” a través del humo y del polvo. El Maverick se trata de un sistema de armas “disparar y olvidar” autentico. Peso: 220kg.
Rango máximo de disparo: 25km.
Sistema guía: guiado IR
Objetivos principales: edificaciones y objetivos fuertemente blindados.
AGM-114A/B Hellfire AGM
El Hellfire es la última innovación en cuanto a sistemas de armas anticarro del ejercito de los Estados Unidos. El buscador de láser del modelo “A” requiere que el objetivo sea iluminado por una fuente de láser. El buscador de radar de onda milimétrica del modelo “B” es un sistema “disparar y olvidar”. Los Hellfire AGM suelen ser utilizados por el Longbow Apache. Peso: 43kg.
Rango máximo de disparo: 6km. (A), 8km. (B)
Sistema guía: láser semi-activo (A), radar MMW (B)
Objetivo principal: edificaciones y objetivos fuertemente blindados.
BGM-71D Tow-2 AGM
El sistema Tow lleva utilizándose como un ATGM aéreo desde la guerra de Vietnam. Este (SACLOS) utiliza mandatos semi-automáticos para guiar la línea de mira. Todo lo que tiene que hacer el tirador es mantener la retícula centrada sobre el objetivo. Los mandatos son transmitidos al Tow a través de un cable muy fino. El modelo Tow-2 tiene una cabeza de guerra mejorada y mas grande. Peso: 22kg.
Rango máximo de disparo: 4km.
Sistema guía: mandatos línea de mira vía cable (filoguiados)
Objetivo principal: edificaciones y objetivos fuertemente blindados.
Helstreak HVM AGM/AAM
El sistema de misil de gran velocidad (HVM) Helstreak se basa en el SAM Starstreak británico. Su cabeza de guerra guiada por láser incluye tres dardos de gran precisión que se dirigen independientemente hacia el objetivo. Esto produce un patrón amplio de cobertura que es de gran importancia durante los combates aire-aire. Además gracias al HUM, su tiempo de exposición al fuego enemigo es bastante reducido. Peso: 40kg.
Rango máximo de disparo: 7km.
Sistema guía: guiado láser semi-activo
Objetivo principal: objetivos aéreos y objetivos de tierra medianamente blindados.
Penguin-3 Misil Antibuque
El menor peso de los misiles anti-buque Penguin-3, desarrollados por los noruegos, lo convierten en un arma ideal para los helicópteros. El misil es apuntado hacia un punto y vuela hasta allí gracias a su propia guía por inercia. Después pasa a la guía IR para buscar el calor de un buque contra el fondo frió del océano. Peso: 380kg.
Rango máximo de disparo: 40km.
Sistema guía: guiado IR
Objetivo principal: buques de tamaño medio y ligeros.
Hydra 70 Sistema de Proyectiles
El sistema de proyectiles Hydra 70 (el 70 = 70mm o 2,75 pulgadas) incluye varios proyectiles, cada uno de ellos con su cabeza de guerra de propósito especial. El M262 tiene una cabeza de guerra multipropósito sub-munición. El M247 tiene una cabeza de guerra carga-forma que puede ser utilizado contra objetivos blindados. El M255 tiene una cabeza de guerra flechette para ser utilizada contra objetivos o helicópteros no blindados. Peso: 9kg.
Rango máximo de disparo: 2-3km.
Sistema guía: no guiado
Objetivo principal: varía según el tipo de cabeza de guerra
Publicado por Proletario en 8/19/2008 04:14:00 p. m. 0 comentarios
Etiquetas: Tecnologia militar
Publicado por Proletario en 8/19/2008 01:07:00 p. m. 0 comentarios
Etiquetas: Patria y tradicion
El Senado y Cámara de Diputados de
Artículo 1°: La búsqueda, recepción y difusión de información e ideas de toda índole, a través del servicio de Internet, se considera comprendido dentro de la garantía constitucional que ampara la libertad de expresión.
Art. 2°: La presente ley comenzará a regir a partir del día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial.
Art. 3°: Comuníquese al Poder Ejecutivo. Registrada bajo el N° 26.032. Dada en la sala de sesiones del Congreso argentino, en Buenos Aires, a los dieciocho dias del mes de mayo del año dos mil cinco.