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viernes, 26 de junio de 2009

Como sobrevivir a un ataque nuclear (parte segunda)

Protección

Para sobrevivir debes adoptar medidas defensivas antes, durante y después de una explosión. Antes de la detonación hay que atrincherarse profundamente y colocar protección superior; incluso un poncho proporciona alguna protección, pero un metro de tierra es aún mejor. Las tapias de ladrillo de 0,60 metros o el hormigón de 0,66 metros reducen la radiación en un 50 por ciento. Hay que llevar puesto el traje y la máscara de protección NBQ.
Durante la explosión, ponte a cubierto. Si estás en campo abierto, no intentes buscar un abrigo si, para ello, fuese necesario avanzar varios metros. Túmbate boca abajo con los pies apuntando a la explosión. No mires hacia la deflagración, es “más brillante que mil soles”, según la descripción que hizo un superviviente japonés de una de las bombas atómicas de la Segunda Guerra Mundial. Te cegará temporalmente o incluso para siempre. Quédate donde estás para que hayan pasado los efectos de la onda de choque y del vacío. Descontaminación cuidadosa

Tras la explosión, permanece a cubierto hasta que cese la lluvia radiactiva. Descontamina tu ropa y tus equipos. Quita la suciedad que haya caído sobre tu trinchera y amontónala lejos de ella.
Todas las heridas se deberán cubrir para impedir la entrada de partículas alfa y beta. Las quemaduras causadas por la bola de fuego, el fogonazo o la radiación se deberán lavar con agua limpia y tapar. La radiación reduce la resistencia a las infecciones, por lo que habrá que adoptar sencillas precauciones contra las infecciones respiratorias.
Las raciones herméticas tales como la Composition, la MRE o la Ración T pueden resistir a la mayor parte de la contaminación originada por la radiación: los productos lácteos frescos y los alimentos con un alto contenido de sal o de conservantes son los que más tienden a contaminarse. El agua de manantiales y pozos subterráneos es la que menos se contaminará. No consumas agua que ha permanecido desprotegida durante las primeras 48 horas a partir de la detonación. Cuando se produce el ataque de un arma nuclear táctica, las fuerzas de combate en las inmediaciones sufren los devastadores efectos de la explosión en sí, las consecuencias de la tremenda diferencia de temperaturas o las heridas producidas por las toneladas de escombros arrojadas a kilómetros de distancia. Algunos recibirán una dosis de radiación tal que les matará en el plazo de unas pocas horas; quienes los haya pillado más lejos, recibirán una dosis proporcionalmente inferior: quizás tan pequeña como la normal durante una sesión hospitalaria de Rayos X. Otro problema importante será el de la contaminación radiactiva de alimentos, agua y equipos. Puede que también tengas que encargarte de civiles heridos dentro de tu zona de operaciones o que intentan huir dominados por el pánico de las potenciales zonas objetivo. Recuerda que un arma nuclear puede ser detonada tanto por fuerzas aliadas como enemigas. Puedes estar algo más alerta respecto a un ataque nuclear “propio”, pero el secreto operacional implica que este aviso se dé con muy reducido preaviso. Armas nucleares tácticas

Las armas nucleares se emplearán como parte de un plan de ataque o de contrataque. Si estás en el lado defensivo y es el enemigo el que ataca, debes estar preparado para los subsiguientes bombardeos convencionales y también frente a las fuerzas enemigas terrestres. También ante un ataque “aliado” debes estar preparado para reaccionar con rapidez, ya que tu unidad puede formar parte de la fuerza de contrataque, sobre todo si ésta ha sufrido bajas. En tu unidad se medirá la radiación de dos modos. Los debitómetros se emplean para localizar la contaminación radiológica y para medir el ritmo con el que se absorbe la radiación nuclear; los dosímetros se usan para medir la radiación nuclear total recibida por un individuo. Todos los hombres llevarán un dosímetro, que puede asemejarse a un bolígrafo o a un reloj digital de pulsera. Las dosis se miden en rads. Bajo determinadas circunstancias, algunos hombres pueden acumular un número de rads mayor que el de otros y es importante echar una ojeada a los dosímetros con regularidad.

2 comentarios:

Indi dijo...

Aunque es muy interesante leer sobre comosobrevivir a un ataque nuclear y proteger pos-ataque, sigo esperando no necesitar nunca conocimiento sobre este tema...

Más interesante encontré los artículos sobre las aguilas argentina, mitológicas criaturas diría

Anónimo dijo...

Interesante artículo.
Es bueno estar prevenido e informado, aunque espero que nunca ocurra una explosión nuclear.