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martes, 3 de febrero de 2009

El carro de combate aleman Leopard 2, tecnología de punta al servicio de la guerra

Durante la II Guerra Mundial, el grueso del Ejército alemán luchó contra la URSS y fue derrotado en una serie de masivas batallas de carros en el Frente del Este. En ciertos casos, los carros de combate alemanes eran superiores a los del Ejército Rojo, pero los vehículos soviéticos, más abundantes, sencillos y fáciles de fabricar, se abrieron paso irremisiblemente hasta Berlín.
Hoy en día, el Ejército de la República Federal de Alemania está equipada con un total de unos 1800 Leopard 2, uno de los mejores carros de combate del mundo, pero los soviéticos todavía tienen la balanza a su favor. Es difícil predecir si la tecnología occidental será capaz de llenar el vacío de la inferioridad numérica.

El Leopard 2 es un carro de combate de tercera generación e incorpora la más alta tecnología en el campo de los armamentos. Protegido con un blindaje que puede resistir las cabezas de guerra de la mayoría de las armas contra-carro de infantería y equipado con una nueva planta motriz y un nuevo sistema de suspensión, el Leopard 2 es más resistente y móvil en el campo de batalla que cualquiera de sus antecesores. Un uso amplio de ordenadores y un equipo automatizado capacitan al Leopard para atacar primero, con plena potencia y persistir en el ataque con su cañón de ánima lisa de 120mm.

Los modelos anteriores del Leopard están equipados con un cañón de 105mm, pero Rheinmetall pensó en su día que sólo un arma de 120mm sería capaz de destruir el blindaje frontal de la más nueva generación de carros de combate soviéticos. El cañón de 120mm del Leopard 2 dispara munición APFSDS-T (perforante sub-calibrada estabilizada por aletas y con elemento trazador); el proyectil sale despedido a una gran velocidad, unos 1650mts/seg., y contiene un denso núcleo de aleación de tungsteno. Si incide en el objetivo en el ángulo adecuado, el núcleo puede penetrar el blindaje mas espeso de un carro de combate.

Los proyectiles contra-carro especializados tienen una eficacia limitada contra la infantería y, en particular, contra el gran enemigo de los carristas, el misil guiado contra-carro. La munición secundaria del Leopard es un proyectil HEAT bivalente; depende de la energía química de su explosión para abrir una explosión para abrir un agujero a través del blindaje, y su efecto de fragmentación proporciona mayor validez que el APFSDS contra objetivos desprotegidos. Sin embargo, su baja velocidad y su trayectoria elevada lo hacen menos preciso.
El Leopard 2 es el primer carro de combate occidental que utiliza un cañón de ánima lisa, 20 años después de que los soviéticos fueran pioneros en el uso de este tipo de armas en carros de combate, con el cañón U-5TS de 115mm que lleva el T-62. Mientras el cañón de ánima rayada imprime un movimiento de rotación al proyectil para estabilizarlo en vuelo, el proyectil de un cañón de ánima lisa necesita unas aletas que se desplieguen nada más abandone el cañón.

Los soviéticos encontraron algunas dificultades en su primer cañón de esta clase: a la larga distancia, un viento cruzado podía alterar la trayectoria del proyectil debido a que las aletas actuaban como una veleta y lo orientaban en la dirección del viento. Pero estaban convencidos de que la mayor parte del tiro con el armamento principal de los carros se realiza a distancias inferiores a los 2000 metros, de modo que el inconveniente citado no era demasiado importante.
EL cañón rayado de 120mm que llevan los carros Chieftain y Challenger tiene en teoría mejores prestaciones en el tiro a muy larga distancia, pero después de probar los cañones de 120mm británicos y alemanes el Ejército norteamericano eligió el arma alemana para su M1A1 Abrams. La vida del ánima del cañón Rheinmetall es en teoría superior a los 1000 disparos, pues está revestida con una lámina de cromo para soportar la gran tensión provocada por el disparo de sus grandes proyectiles a cuatro veces la velocidad del sonido. Ensayos recientes han demostrado que la precisión comienza a deteriorarse después de los primeros 400 disparos.

Las batallas de carros entre árabes e israelíes entre 1967 y 1973 demostraron la importancia de la movilidad: un carro de combate debe ser capaz de ir campo a través a una buena velocidad, de apartarse con rapidez de una posición de tiro y tener una elevada autonomía.
En terreno abrupto el Leopard es sorprendentemente móvil, capaz de lanzar su enorme peso a través del campo de batalla con la agilidad de vehiculo oruga porta personal gracias a su motor turbo diesel de 12 cilindros. Esta planta motriz proporciona al Leopard una relación potencial- peso solo igualada por el Abrams.

Es muy conveniente que un vehiculo acorazado pueda desplazarse campo a través a gran velocidad pero si el trayecto es demasiado accidentado y fatigoso para sus tripulantes ese carro no podrá dar todo de si cuando encuentre oposición. La fatiga del conductor ha constituido uno de los principales problemas de las fuerzas acorazadas desde que se inventaron los carros de combate, pero el Leopard 2 posee una transmisión automática avanzada que libera al conductor de tener que luchar con el embrague durante todo el trayecto.

El doble embragado que se necesita en los carros de combate soviéticos T-54/55 y T-62 puede llegar a ser una fuente de problema sin fin, especialmente en Oriente Medio, donde el calor y el esfuerzo de una conducción de más de media hora afectaban seriamente a la actuación del conductor. Por el contrario, la transmisión y suspensión del Leopard le permiten desplazarse por terreno abrupto a mayor velocidad de lo que la mayoría de las tripulaciones pueden reaccionar.
El ordenador de control de tiro recibe la distancia del objetivo desde el telémetro y orienta el armamento principal hacia la línea de mira del periscopio del tirador. Apunta el cañón según la inclinación del vehiculo; las velocidades relativas y la dirección del Leopard y del objetivo; un posible viento cruzado que pueda afectar la trayectoria del proyectil; y las características de vuelo del tipo de munición disparada. Este sistema permite al Leopard disparar con una considerable precisión incluso cuando avanza campo a través.

Debajo de sus blindajes los carros de combate tienen una mezcla alarmante de combustible inflamable y de munición de alto explosivo: en caso de que un proyectil enemigo traspase la coraza, la tripulación esta condenada a morir quemada en sus asientos. Al igual que el M1 Abrams, el Leopard protege a su tripulación de una explosión interna mediante unos paneles situados encima de los proyectiles almacenados en el bulbo trasero de la torre. Las sobre presión de un impacto en esta zona hace saltar los paneles para que la fuerza de la explosión escape hacia arriba; la tripulación queda a salvo al otro lado de unas puertas blindadas interiores. El resto de la munición esta almacenada en el casco, que es mucho menos vulnerable al fuego enemigo.
Para proteger a la tripulación de las horribles consecuencias de un impacto que perfore el casco, el Leopard 2 esta equipado con un sistema contra incendios que emplea un gas inerte diseñado para apagar un fuego en menos de un segundo.

De otra manera, la perforación de los depósitos de carburante por una cabeza de guerra de carga hueca puede provocar una mezcla letal de combustible, aire y calor.
El Leopard 2, el Challenger y el M1 Abrams representan los diseños de carros de combate más innovadores y ambiciosos. Se espera que sigan en primera línea al menos durante los próximos 10 años, y probablemente en los próximos 20 años. Se prevén mas adelantos en los sistemas de control de tiro y en la automatización, pero la disposición ”clásica” de los carros de combate no es probable que cambie de forma sustancial en un futuro inmediato.

La munición esta en un continuo desarrollo; al igual que se realizan esfuerzos para mejorar las prestaciones de los viejos cañones de 105mm de los carros de la OTAN, así continuaran las mejoras en las nuevas armas de 120mm. Una posibilidad en el futuro es un proyectil anti-helicóptero: de momento, ni la munición contra carro hiperveloz con núcleo de tungsteno ni los proyectiles bivalentes HEAT son de mucho valor contra los helicópteros, que constituyen ahora una seria amenaza para los carros de combate.

Los prototipos del Leopard 2 fueron probados con un cañón de 20mm en la escotilla del jefe, sobre el techo de la torre, pero este calibre no es satisfactorio para empeñar helicópteros equipados con misiles cuyo alcance eficaz puede ser de hasta 3000mts. Tal vez la respuesta será una nueva clase de proyectil lanzado por el armamento principal.

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